Estás a punto de conocer a Braulio...
A Braulio no hay cosa que le guste más que matar. La lista de candidatos a probar su hacha es muy larga, se rige por unos ideales y gustos musicales, desde violadores, maltratadores, toreros, portadores de sotana, de coronas, fascistas y homófobos. No penséis que me olvido de los reguetoneros ellos son los afortunados de ocupar el primer puesto en la lista. En su 30 cumpleaños decide salir a celebrar que por fin ha llegado el día para el que tanto tiempo se ha estado preparando, lo que Braulio no sabe es que está a punto de cruzarse con dos personajes muy peculiares, con los que forjará una extraña relación a la que se podría llamar amistad. La conversación que mantienen y la camiseta de uno de ellos son la causa de que se decida a dirigirse a Julián y Ramón. Se deja llevar por los locales de Mollet que frecuentan. El nivel de alcohol que alcanza al llegar la noche le hace desistir de matar a nadie, aunque al despertar no estará tan seguro de ello ya que no recuerda nada y parece haber alguien muy quieto junto a él. Mientras Braulio imparte su justicia y acumula cuerpos desmembrados Julián y Ramón siguen con su día a día ajenos a lo que se les viene encima. Tras aquel encuentro casual ya nada volverá a ser lo mismo para nuestros tres protagonistas.